miércoles, 20 de mayo de 2009

Estuviste conmigo quince años


2008 Matsuyama, originally uploaded by Marisa y Angel.


Estuviste conmigo quince años,
sirviéndome de apoyo en mis paseos:
por la ciudad en flor, tarareando;
bajo la luna, en montes de frontera.
No cumplo todavía los cuarenta
y ya soy menos músculos que huesos.
Puedo ahorrarme la capa y el sombrero,
pero no andar sin báculo un instante.
Y resulta que al pie de la escalera
vino a quebrarte en dos un paso en falso.
No eres ropa, no puedo remendarte,
ni tienes cuerdas que ponerte nuevas.
Se te nota la edad, palo reseco,
y en qué frágil materia te formaron.
Miro este mundo nuestro en el que todo
lo que tiene una forma se deshace
“lo mismo que el rocío y el relámpago”,
según dicen que Buda predicaba.
¿Quién podría dudar que es la verdad?
Hasta el cielo y la tierra tienen término.
Hay por suerte bambú, verde y pujante,
para apoyar mis huesos y mis nervios.
Formaré de una caña mi cayado
para llegar a la estación de término.



* * *

El monje Gensei (1623–1688), escribió estos versos cuando el muchacho que era su sirviente se paró sobre su bastón y lo quebró. La frase entre comillas es del Sutra del Diamante.

2 comentarios:

pez dijo...

carajo, que bonitos poemas. sino fuera yo tan macho chillaría (ando sensible últimamente)

atte.

el anónimo (que vió que te caen mal los pinches pescados, je)

Sofía Chiquetts dijo...

¡Hermoso!